El Gobierno ha seguido el criterio de los técnicos y ha decidido retrasar el fin de la obligatoriedad hasta después de Semana Santa, con el objetivo de evitar un posible repunte de los contagios en unas fiestas con muchos desplazamientos e interacciones.

España quitará la mascarilla obligatoria en interiores, restricción que solo mantienen Alemania, Portugal e Italia, 23 meses después. Desde el 19 de mayo de 2020, esta protección era obligatoria y, aunque su uso se flexibilizó en exteriores, nunca hasta ahora se había permitido quitarla también en interiores.

El real decreto que declarará el fin del uso de las mascarillas en espacios cerrados y que especificará también los últimos detalles sobre esta medida se aprobará en el Consejo de Ministros del martes 19 y entrará en vigor al día siguiente, explicado este miércoles por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras el Consejo Interterritorial de Salud que se celebró en Toledo.

Habrá algunas excepciones establecidas por los expertos de la Ponencia de Alertas. El uso obligatorio se mantiene para los hospitales, las residencias de mayores y el transporte público. Además, se recomendará un uso responsable en la población vulnerable, cuando no se pueda guardar un metro y medio de distancia de seguridad y en lugares donde no exista buena ventilación.